GO UP

FCE

Entrevista a Emilio Gilolmo, presidente de la Fundación Chile-España

“Chile esta afrontado con buenos resultados la pandemia del COVID-19”

Con un mensaje positivo el presidente de la Fundación Chile-España, Emilio Gilolmo, habla en esta entrevista, sobre como Chile está enfrentando la pandemia, cuáles son las iniciativas que están adoptando las empresas de FCE para mitigar los efectos del coronavirus, las oportunidades que están surgiendo en el mercado y cómo será la realidad post COVID. Además, incide en la importancia del multilateralismo como clave para lograr un mundo más seguro y equitativo para todos.

1. ¿Cómo está viviendo Chile el COVID-19 y cómo se plantea su futuro?

La pandemia está avanzando en América Latina de manera muy desigual. En la lucha contra el virus, hay países que parecen haber logrado establecer estrategias exitosas a la hora de contener y mitigar la transmisión y la cantidad de muertes a causa del COVID-19. Es el caso de Chile que, si bien ha confirmado un gran número de contagios (14.885 contagiados), reporta hasta ahora una de las tasas de letalidad más bajas de la región (216 muertes) según el Ministerio de Salud, gracias a que se adoptaron medidas drásticas de manera muy rápida.

Una de las claves de éxito de Chile según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la cantidad de pruebas de diagnóstico que se están realizando diariamente, así como el monitoreo de los contagiados, con llamadas diarias por parte del Ministerio de Salud y controles de la cuarentena que deben seguir de forma obligatoria. Por otro lado, la capacidad de respuesta del sistema de salud chileno está siendo muy buena hasta el momento. En este sentido, me gustaría recordar el Plan de Inversión en Salud 2018-2022 que el gobierno ha destinado a fortalecer la Red de Salud y la atención de la población, a través de la construcción, reposición, mantenimiento y mejoramiento de infraestructura sanitaria a lo largo de Chile con una inversión de 10.000 millones de dólares. Algunos de nuestros Patronos como Sacyr, Indra y Acciona se han adjudicado grandes concesiones en este sector.

Respecto al futuro, como bien saben, Chile es un país abierto al mundo, posee 29 acuerdos suscritos con 65 mercados, que representan el 67% de la población mundial y el 88% del PIB global, por lo que sigue siendo muy interesante aprovechar su capacidad exportadora, para utilizar el mercado chileno como plataforma a terceros países. Asimismo, es un país que incentiva la inversión extranjera lo que ayudará a superar la crisis económica que se avecina y continuará siendo un lugar muy atractivo para el comercio y la inversión. Además, cabe destacar que, entre los miembros de la OCDE, Chile es uno de los países menos endeudados, lo cual ofrece cierto espacio para el endeudamiento público.

2. ¿Cómo está afrontando la Fundación Chile-España la situación actual?

Desde la FCE seguimos plenamente comprometidos con fortalecer las relaciones entre Chile y España. Dada la situación en la que nos encontramos, hemos tenido que anular o  aplazar encuentros muy interesantes que teníamos programados para este trimestre,  como una misión empresarial a FIDAE o el  Foro de Astronomía Chile-España que íbamos a organizar en colaboración con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) en el mes de mayo, así como el Curso de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, que iba a poner el foco en el V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo y el cambio climático.

Sin embargo, seguimos adelante con la programación que teníamos prevista para el último trimestre de la que me gustaría destacar el III Foro de Salud Chile-España, que se celebrará en Madrid y que tendrá el objetivo de presentar los retos del sector salud en el siglo XXI y las necesidades y transformaciones del sector que están surgiendo, tanto en Chile como en España a partir del COVID-19. En los tiempos que estamos viviendo creemos que es muy necesario crear instancias donde poder compartir buenas prácticas, innovación y casos de éxito entre diferentes países y analizar las importantes oportunidades que se abren en este sector para las empresas.

Paralelamente, estamos dando la mayor difusión posible a través de nuestras redes con el hashtag #FCEorgullosadesusempresas, a las iniciativas que están realizando las empresas que forman parte de FCE, ya sea a través de acciones solidarias o desarrollando programas innovadores para gestionar, investigar o combatir  los efectos del coronavirus, así como del expertise de nuestros patronos y colaboradores.

3. ¿Nos puede ampliar un poco más sobre cuales son estas buenas prácticas empresariales que están comunicando?

Si me permite, por mi vinculo profesional comenzaré destacando la labor de Telefónica, de la que fui presidente en Chile. Telefónica ha sido pionera en la inversión en banda ancha desde hace años y ha logrado, sin lugar a duda, que España sea un país preparado tecnológicamente como ningún otro para afrontar con éxito retos como el actual. Ante la dramática crisis del COVID-19, se está demostrando que el nivel de digitalización alcanzado ha permitido que España se mantenga totalmente conectada y que el teletrabajo este siendo todo un éxito.

Por otra parte, son numerosas las innovaciones tecnológicas que se están desarrollando para combatir el virus por parte de muchas empresas. Indra ha creado una aplicación que detecta a través de un algoritmo los lugares con mayor presencia del virus y así ayuda a combatir su propagación. Además, ha lanzado una web divulgativa de ciberseguridad para evitar fraudes derivados del COVID-19.

Otras empresas como Acciona están impulsando iniciativas como Energía Positiva+ para paliar el impacto del coronavirus a través de la innovación. Por otro lado, Sacyr ha puesto a disposición de los sanitarios plazas de aparcamiento gratuitas. Globalvia, así como ACS, Asisa y Enagás, también están colaborando de forma muy estrecha con las administraciones para hacer frente a la emergencia.

En cuanto al sector de la comunicación, Kreab y LLYC son un referente en la relevante labor de informar a la sociedad sobre el avance y actualidad del COVID-19 y luchar contra la manipulación informativa y las fake news.

No quiero dejar de mencionar a muchas otras entidades que están aportando donaciones, recursos, material médico o voluntarios, como son el Banco Santander, que ha creado un fondo de 25 millones de euros para la compra de equipamiento médico para hospitales o entidades sanitarias; Grupo Azvi, que ha donado 20 toneladas de comida al Banco de Alimentos de Sevilla;  Uría Menéndez que están prestando asesoramiento jurídico gratuito (pro bono) en temas relacionados con el COVID-19 ; Mutua Madrileña, que a través de su fundación, ha destinado un millón de euros para apoyar la investigación médica contra el coronavirus o Zertior, que ha montado un evento deportivo virtual a beneficio de la Cruz Roja.

Finalmente, me gustaría reconocer la gran labor de las universidades miembro de FCE como son la Universidad de Salamanca (USAL), la Universidad Alcalá de Henares (UAH) y la Pontificia Universidad Católica de Chile que están desarrollando diferentes iniciativas de investigación que pretenden combatir esta pandemia.

4. ¿Qué sectores pueden llegar a desarrollarse en Chile y España por dicha situación?

A lo largo de mi carrera he podido comprobar que de toda crisis surgen oportunidades, como observamos durante la crisis de 2008, donde las empresas aprendieron a internacionalizarse rápidamente, encontrando nuevos mercados y negocios.

En este caso, las oportunidades de negocio que están apareciendo a partir de esta terrible pandemia son numerosas y muchas empresas, así como emprendedores, están desarrollando interesantes soluciones innovadoras tanto para el presente como para el futuro que se nos viene.

Prueba de ello, son las numerosas aplicaciones que se están dando al cobre en Chile con el objetivo de combatir el Coronavirus. Hace más de una década, y gracias a una inversión pública, la minera estatal Codelco impulsó el desarrollo de una tecnología que consiste en añadir partículas del metal con el objetivo de transformar superficies o materiales en agentes antimicrobianos. Ahora, la investigación ha seguido avanzando y con la llegada de la nanotecnología y la tecnología 3D se puede hacer todavía mucho más.

En este sentido, destaca el proyecto de la empresa chilena Cooper3D, que está fabricando todo tipo de materiales de fibra de cobre para inactivar el virus. Han creado unas mascarillas reutilizables, lavables y de bajo coste impresas con material que lleva nanopartículas de cobre, y cuyo código se ha abierto para que quien quiera se lo pueda descargar.  De hecho, ya se han producido más de siete millones de descargas (80% son de EE. UU. y Europa). Incluso les han contactado de varios servicios de salud de España, Italia y Francia, además de estudiantes de medicina de Harvard.

Por otro lado, esta crisis ofrece oportunidades en muchos otros sectores como por ejemplo en energías renovables, ciberseguridad, innovación tecnológica y como no, en el sector de la salud, donde se abre una ventana de oportunidades.

En Europa, se ha lanzado una alianza para una recuperación verde a la crisis actual. Estos movimientos serán claves para que de esta crisis salgamos como sociedades medioambientalmente más sostenibles y ecológicas. Esperamos que continúe el auge de inversiones en energías renovables, cadenas de suministro sostenibles y economía circular, muchas de las cuales se presentaron en la COP 25, que tuvo lugar en Madrid bajo la presidencia de Chile, que se encuentra a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático.

5. Con su dilatada experiencia profesional, concretamente en el ámbito internacional, ¿cómo cree que este virus puede cambiar el paradigma del multilateralismo y la economía global?

Es evidente que el multilateralismo ha sufrido en los últimos tiempos varios acontecimientos que han hecho que la población dude de su efectividad. Sin embargo, es una pieza fundamental para afrontar los desafíos mundiales, tales como el que estamos viviendo hoy.

Al inicio de la crisis del Coronavirus, muchos países creyeron que podían enfrentar el problema de manera individual, pero el tiempo les ha mostrado que la cooperación internacional es indispensable para combatir la pandemia y sus efectos.

Sin embargo, según afirmaba la ONU hace unos días, la cooperación internacional debe adaptarse a los tiempos cambiantes, siendo necesario apostar por un multilateralismo inclusivo, basado en una interacción profunda con la sociedad civil, las empresas, las autoridades y otras partes interesadas, como los jóvenes. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los desastres naturales, el terrorismo, la guerra cibernética y las pandemias están aumentando a niveles sin precedentes. Estos desafíos requieren una acción inmediata y colectiva y solo pueden abordarse si todos colaboramos con un objetivo común, poniendo en valor la unión y cooperación internacional.

En el panorama post COVID-19, creo que el multilateralismo jugará un papel crítico, y que es la única forma de preservar nuestros valores colectivos y hacer del mundo un lugar más seguro y equitativo para todos.

Tanto Chile como España son importantes miembros de varios organismos internacionales y países con una alta tradición de cooperación y comercio internacional. Será clave que basen sus planes de recuperación en estas fortalezas para generar un crecimiento sólido que permita volver a la senda del progreso.

6. ¿Qué cambios prevé en el mundo una vez que haya transcurrido la pandemia de COVID-19?

Queda claro que estamos entrando en una crisis mundial de grandes magnitudes que supondrá numerosos cambios sociales y económicos. Reactivar la economía y recuperar la normalidad serán las dos prioridades globales una vez vencida la pandemia.

En general, creo que veremos tres tendencias claves como resultado del COVID-19. En primer lugar, la globalización será repensada, con una reflexión profunda sobre la vulnerabilidad de tener cadenas de suministro globales y ser muy dependientes de un solo país como China. Esto podrá llevar a la relocalización hacia países de origen.

Por otro lado, la inversión en ciencia, sanidad y la educación online tomarán un gran protagonismo en los presupuestos públicos y por tanto en el tejido empresarial.  La tecnología seguirá siendo una herramienta imprescindible para desenvolvernos en el mundo. En este confinamiento sin precedentes nos ha permitido seguir conectados con nuestras familias y amigos, nos ofrece numerosas opciones de ocio y evita con el teletrabajo parar radicalmente la economía. Además, veremos un aceleramiento en la digitalización de las empresas e instituciones, con tecnologías como el blockchain, Big Data, Inteligencia Artificial, impresión 3D, ciberseguridad, telemedicina y el desarrollo de la industria 4.0, cada vez más presentes en nuestro día a día.

Por último, esta crisis nos ha enseñado la importancia de los procedimientos de alerta temprana. La prevención y preparación para acontecimientos como el actual será mucho más importante. Asimismo, la credibilidad de las fuentes de información se volverá estratégica, ya que los lectores nos hemos vuelto más exigentes en la calidad de la información que leemos.