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La música renovarse o morir, una vez más

La industria de la música es uno de los sectores más afectados por el Covid-19

Son muchos los sectores que se han visto afectados durante la pandemia por coronavirus. Uno de los que más ha sufrido es, sin duda, el de la música, ante la imposibilidad de llevar a cabo, entre otras, una de las razones de ser de este arte: la interpretación con público.

Sin embargo, la música es inmortal. Por tanto, esta industria debe mostrar, una vez más, su fortaleza y capacidad de reinvención. Un desafío que han abordado Rosa Lagarrigue, CEO de RLM, el cantautor Andrés Suárez y el productor discográfico y director artístico Carlos Narea, en el segundo webinar del ciclo “Diálogos Economía Creativa Chile-España” organizado junto a Zertior.

Lagarrigue, recientemente reconocida como una de las 10 mujeres más influyentes en la industria de la música, considera que “la situación es desastrosa, pero no nos queda otra que potenciar aún más nuestra creatividad para encontrar nuevas oportunidades”. La creatividad, una cualidad intrínseca de los músicos y artistas en general que normalmente no se valora como es debido. Para ella, en general, “al mundo de la cultura y de la música no se le devuelve la generosidad que da”.

Una postura compartida por Carlos Narea que, a su vez, recuerda que “dentro de la música, son muchos los profesionales que están sufriendo y que no son tan visibles para el gran público: los montadores, los técnicos de sonido, los de iluminación, los que pegan los carteles, etc.” por lo que la afectación es, desde luego, mucho más profunda de lo que parece.

Pero hay que mirar hacia adelante y, por supuesto, reinventarse. “Arrimar el hombro es nuestro deber”, apunta Andrés Suárez, que ha presentado este año su último disco, “Andrés Suárez”, y que pese a todo está seguro de que “el pueblo necesita música”. Tanto es así que los ‘fans’ la consumen en cualquier formato, incluido el más utilizado estos meses, el ‘streaming’. “De mis 30 conciertos que di en esta pandemia, 26 o 27 fueron ‘soldout’”, subraya el cantautor, que echa de menos actuar con su banda y considera “difícil y distante” dar un concierto de esa forma.

Aun así, debemos quedarnos con esta lectura positiva, puesto que, como apunta Narea, dentro de lo malo, “lo bueno es que han evolucionado las nuevas tecnologías” y que ahora “hay otras maneras de hacer llegar la música a la gente”.

La situación está siendo también muy difícil para el fan, que también está sufriendo. La gente está deseando, como subraya Lagarrigue “ir a conciertos, saltar, bailar…”. Porque la música trata de eso, de transmitir emociones. Y aunque también puede hacerse desde un ordenador o un teléfono móvil, nada como expresarlo en vivo y en directo.